Confieso que soy un apasionado del tema de la realidad y mi compañero Mikel me lo ha puesto en bandeja con su anterior entrada sobre Emily. Leer tu entrada, Mikel, ha sido el catalizador que ahora me impulsa a tratar de ordenar (escribir, para mí, no es más que intentar ordenar) cierto caos que me perturba en torno a la idea de realidad. Realmente… ¿qué es la realidad?
Bien, «Emily is not real» es la frase con la que Image Metrics presenta a su creación digital, Emily. En la lógica del vídeo, la frase pretende captar nuestra atención ante lo que viene. Y lo consigue. Pero, yo me pregunto ¿realmente Emily no es real? ¿realmente existe? ¿se nos ocurre alguna razón para sostener que nosotros somos reales y Emily no lo es? ¿acaso no son reales nuestros sueños? ¿qué es lo contrario de real? ¿es falso lo virtual? ¿son falsas o reales las realidades virtuales?
¿Existen realmente tus contactos del Messenger? Esas personas a las que nunca has visto el careto, esos seres con los que, a pesar de charlar habitualmente con ellos/as, todavía no has compartido una cerveza o un café en una verdadera cafetería real de la verdadera realidad oficial.
¿Qué pasa con ellos/as? ¿existen? ¿son reales?
despierta Neo…
matrix te posee…
sigue al conejo blanco…
toc, toc… Neo…
No puedo sino apelar a mi particular y subjetiva experiencia e intuición para afirmar que: lo virtual es real. Lo imaginario es real. Lo fantástico es real. La realidad es lo que existe. Todo lo que es, es.
En euskera, dena da = lo que es, es = todo es.
¿Existen los Reyes Magos? «Evidentemente» NO, no existen, a no ser que tengas menos de diez años… en ese caso sí, «evidentemente» SÍ, sí existen.
Solemos creer que nuestro cerebro nos proporciona la visión real sobre la realidad. Tendemos a pensar que un «correcto» uso «racional» de nuestro cerebro nos presenta la realidad tal cual es. Pero ¿podemos fiarnos de nuestros sentidos? ¿podemos fiarnos de nuestro cerebro?
Tus sentidos te dicen que una de las mesas de Roger Shepard es mayor que la otra ¿no es cierto? ¡Eh! ¡Alto, alto! Lo dicen tus sentidos, no yo… aunque la ilusión óptica de Jastrow parece que te viene a decir algo similar, una de las piezas es mayor que la otra ¿no? Pero, eso tampoco lo digo yo… tú sabrás si te fías o no te fías de ti, tú sabrás si confías o no en tus sentidos, en tu cerebro…
Emmmmm, admitámoslo: nuestros sentidos desaciertan quizá tanto como aciertan. Nuestro cerebro nos engaña, nos miente, a diario, así de rotundo, así de claro, así de duro… y, a la vez, así de… liberador. Al parecer, no somos tan… infalibles… ¿no te tranquiliza eso? A mí sí.
¿Podrías asegurar que en este preciso instante no estás soñando? ¿Acaso podemos diferenciar los sueños de la realidad? ¿la vida es sueño, amigo Calderón? ¿vivimos en una simulación? ¿vivimos en La Caverna de Platón?
Bienvenidos al desierto de lo real:
Y ya que hablamos de Matrix… sí, lo sé siempre acabo (y empiezo) hablando de Matrix, qué le voy a hacer… pues, atentos a una de las escenas iniciales de la primera de las tres películas, cuando el protagonista, Neo, abre un libro hueco en el que esconde un disco óptico…
El libro en cuestión, que curiosamente «no es lo que es» sino que es la tapadera que Neo usa para ocultar otro objeto, no es otro que «Simulacra and Simulation» de Jean Baudrillard. Se dice que los hermanos Wachowski, directores del film, repartieron copias del libro a los principales integrantes del equipo de actores de la trilogía. La obra de Baudrillard, además, parece ser una de las principales fuentes de las que bebieron los Wachowski en los ocho, sí, has leído bien, ocho años que tardaron en perfilar el guión de esa gran obra filosófica que es The Matrix.
Termino citando una de las conclusiones más reveladoras y quizá también más desconcertantes de la obra de Jean Baudrillard:
El simulacro no es lo que oculta la verdad.
Es la verdad la que oculta que no hay verdad.
El simulacro es verdadero.
Wou!
Da para pensar un buen rato… Ya me dejastes pensando hace unos dias cuando me lanzastes la increible frase de Baudrillard; y hoy, con el insomnio como compañero de cuarto; me dejas peor… jajaja.
Comparto contigo la mayoria de las apreciaciones; has tocado varios temas, de los que podriamos debatir horas.
Por experiencia, tengo años junto a las computadoras, horas de chateo, miles mails, cientos de smiles… expresando, demostrando, contando…
Incluso a millones de kilometros he sentido cosas muy fuertes, he podido conversar intensamente y sentirme cerca de la otra persona.
La realidad es algo que constantemente cambia, pero por encima de todo, estan las personas, lo fisico, lo quimico, nuestro karma, nuestra unión más alla de los ceros y los unos; una mirada, una caricia, un silencio…
Quizas da para un análisis más profundo de todo. Dejame que me lea el libro de Baudrillard y luego hablamos!
Un abrazo!
Bueno, compañero, al leerte he tenido la impresión de haber pulsado un interruptor con mi post anterior y abrirte una compuerta . No sabes lo qué me alegro. Vaya fuerza contenida! 😉
Seguiremos atentos a las crecientes capacidades simbólicas del homo sapiens. A ver si doy con más interruptores y nos regalas más posts de éstos. Aupa!
el lenguaje construye la realidad, y tambien al lenguaje